¿Cómo plantar?
Si ya has decidido qué plantar en tu huerto y tienes claro cuándo plantarlo, toca aprender cómo hacerlo:
Orientación
En primer lugar hay que situar las plantas en función de su exposición al Sol. Es posible que en tu huerto haya algunas zonas con sombra y otras totalmente expuestas al Sol. Esto es de vital importancia a la hora de situar tus hortalizas ya que algunas prefieren mucha luz y otras poca. También es posible emplear las sombras que producen unas plantas sobre otras, así si plantamos un surco de plantas trepadoras como las judías, crearemos una sombra en el surco situado al norte. Si el huerto tiene cierta pendiente, lo más habitual es distribuir los surcos horizontalmente, de forma que el agua de riego no tienda hacia las plantas situadas más abajo en el surco.
Ubicación y rotación
Después, debemos pensar en las zonas dedicadas a cada planta y en su rotación, que es como llamamos al cambio de ubicación del tipo de hortalizas dentro del huerto. De esta forma se evitan algunas enfermedades que pueden sobrevivir en el suelo durante el invierno y se deja "descansar" al terreno ya que cada planta requiere unos minerales más que otros o incluso los fija en el terreno. Un buen orden de sucesión es alternar:
Solanaceas: Patatas, tomates, pimientos...
Umbelíferas y lileaceas: Cebollas, ajos, puerros...
Compuestas, quenopodiáceas y cucurbitáceas: Lechugas, acelgas, sandías...
Leguminosas y crucíferas: Judías, repollos coliflores... y vuelta a empezar.
Distancias
Ahora toca decidir el ancho de los surcos y la separación entre plantas. Mas anchura permitirá que cada plantón disponga de más nutrientes para su crecimiento y más luz pero reducirá la producción del huerto y protegerá menos del viento a la planta. Es cuestión de encontrar el punto de equilibrio. Unas plantas toleran mejor que otras vivir juntas y hay que tener en cuenta que no todas las semillas o plantones que se pongan inicialmente, alcanzarán la madurez de forma que siempre será mejor plantarlas más juntas de lo ideal y después hacer un "clareo".
Riego
El agua es un aspecto clave en el desarrollo de la planta. Ni mucha ni poca, sino la justa y cada especie tiene su cantidad justa. También hay que tener en cuenta que al regar unas plantas, parte de ese agua humedece a las plantas circundantes y si a éstas no les gusta demasiado el agua, tal vez, las puedas "dar por regadas". La calidad del agua es muy importante, a las plantas no les suele gustar nada el cloro, de hecho se le añade al agua para eliminar cualquier elemento vivo que contenga. En MiHuertoenTresCantos regamos con agua directamente de pozo, además la hemos analizado en laboratorio para garantizar su calidad. Respecto a los sistemas de riego, existen numerosos: A manta, por surcos, por tablares, aspersión, microaspersión, goteo... apostamos por el goteo por sus muchas ventajas: ahorro de agua, humidificación precisa, no endurecimiento del suelo...